Como yo estaba creciendo, quizás mi padre pudo haber pensado que no escuché aquello que él tuvo que decir. Sin embargo, así como crecí realmente aprendí muchas lecciones de él. Una de aquellas lecciones fue usar las cosas para lo que fueron diseñadas.
Por ejemplo: , Yo puedo usar el casco de una llave inglesa como martillo o usar la forma incorrecta de un enchufe formado sobre un cerrojo. Es bastante seguro que rompería o desharía algo haciéndonos tener que por consiguiente a conseguir una nueva pieza.
La alegría funciona de un modo similar. Todos fuimos creados a la imagen y semejanza de Dios (Genesis 1:26). Si hemos sido creados a Su semejanza, entonces también hemos sido diseñados para funcionar en un camino de acuerdo a Su semejanza. Por ejemplo, Cristo es el ejemplo supremo de humildad de quien nosotros podemos aprender (Filip. 2:3-8). La humildad no busca sólo el propio interés personal, sino más bien los intereses de otros. Cuando no aplicamos este principio a nuestras propias vidas nos encontramos infelices. Esto es porque cuando miramos la vida a través de una perspectiva egoísta, nos predisponemos a sí mismos para sufrir una gran decepción. A menudo cuando estamos interesados sólo en lo que queremos, encontramos que estamos lejos del camino quedando muy desilusionados.
La creencia popular, probablemente por la influencia que permitimos por parte de los medios de comunicación masiva, dice que la felicidad es conseguir lo que queremos. Esto puede ser incluso a costa de atropellar a otros. Demasiado mal este camino que destruye muchas relaciones e incluso puede poner a la gente en la cárcel. Muy a menudo vemos a esta gente en nuestras oficinas necesitando ayuda. Los matrimonios donde uno de los dos haría lo que fuera para arreglar la relación mientras el otro son no está dispuesto a dejar su control. Alguien que no negociará con sus propios clientes dejarás una muy mala recomendación. La lista continúa y continúa, todo por causa de que rechazamos ser siervos de los demás. ¡Si quisiéramos ser siervos, no habría ningún asesinato, violación, robo, o divorcio!
Afortunadamente, tenemos la palabra de Dios la cual es nuestro manual de instrucciones. Incluso si el mundo entero no la entiende, nosotros podemos usarla para nuestro propio bien y experimentar esa alegría para nosotros mismos.
Escoge este día quien necesitas escuchar a quien. Podemos escuchar al diseñador o al diseño cuando nos trae felicidad. Yo he escogido escuchar al diseñador.
To see the original article: http://www.sftawareness.org/archives/follow-the-operating-manual/